Es un día especialmente dedicado a la oración y la cooperación con los jóvenes que son llamados al sacerdocio o la vida consagrada en los territorios de misión.
En los territorios de misión existen muchas vocaciones, pero escasos recursos de formación para que puedan convertirse en una realidad. Estos proyectos buscan ayudarlas a sortear las dificultades que se les presentan en el camino.